¿Qué es un proceso “Due Diligence”?

Si traducimos este concepto al español, significa algo así como “asesoría de compra”, es decir, informarse acercas de los pros y contras, a nivel económico, que nos vamos a encontrar al invertir en otra empresa. Cuando se firma un contrato de este tipo, antes debemos informarnos de que la entidad o persona en la que vamos a invertir, sea estable económicamente. Por lo tanto, se trata de un registro financiero en procesomonitorio.net te lo contamos

Se deben determinar los riesgos económicos que podríamos asumir tras el contrato. No se trata de un análisis al uso: debe ser minucioso y exhaustivo, por lo que la empresa vendedora debe dar su consentimiento para que su funcionamiento habitual no se vea afectado durante el proceso. Debemos buscar el mayor beneficio económico, por lo que el punto de mira suele situarse en posibles sinergias con la entidad, problemas que haya podido tener recientemente o apreciar posibles pasivos ocultos.

Este proceso de investigación (“Due Diligence”), debe estar siempre bajo un contrato de responsabilidad, en la que el accionista se deba comprometer a dar su buena fe de no tergiversar ningún dato obtenido durante la búsqueda. Tampoco se podrá ocultar información en caso de ser necesaria. El incumplimiento de cualquiera de estas cláusulas supondría la buscado, o, al menos, una indemnización económica.

Se realizará bajo un acuerdo de confidencialidad.

Cuando se haya firmado la Carta de Intenciones. Según la legislación de cada país, Due Diligence hace referencia, bien a una obligación legal o tan solo a una investigación independiente. Esta investigación se debe llevar con la mayor efectividad posible, ya que, al haber tanto en juego, se examinarán riegos con el medioambiente, financieros, contables. tecnológicos, administrativos, laborales, fiscales. De este modo, el contrato será transparente y justo para ambas partes.